¿Le ha hecho daño a Luis Guillermo estar “solo” en la Campaña?
A menos que ocurra un milagro de naturaleza política y revestido de colores verde y blanco, Luis Guillermo Solís y el PAC ganarán la Presidencia de la República el próximo 06 de abril en segunda ronda; el PLN lo sabe muy bien así que; así que, ¿por qué no debilitar la imagen del candidato y del partido y que ganen con la menor cantidad de votos posibles?; ¿quitar legitimidad?, tal vez; ¿hacerlo ver como un candidato/presidente débil?, ¿por qué no? Quizás el hecho de que ni la Constitución Política ni el Código Electoral establezcan para una primera o segunda ronda un mínimo de electores que acudan a las urnas para hacer la elección válida hace que una posible intención por golpear la imagen de Solís y del PAC tenga mucho sentido, sobre todo considerando que Solís pudo haber actuado precipitadamente cuando anunció como meta para esta segunda ronda llevar al menos un millón de votos a las urnas. Y aun cuando el no tener un contrincante pueda incidir en la cantidad de electores que acudan a la cita, necesita un buen impulso político electoral.
Ahora bien, Luis Guillermo no tiene la culpa de que el candidato del PLN haya desistido de continuar. Pero tal vez le ha faltado ser incisivo en cuanto a sus posiciones y más contundente para reaccionar ante los cuestionamientos que han surgido. La insistencia de llevar al equipo económico del PAC a debatir a pesar de que el candidato del PLN ya no está en campaña es una franca estrategia de los verdiblancos de hacer ver a la ciudadanía lo que insistentemente expresaron durante la fase final de la primera ronda: el PAC no tiene gente con quiénes gobernar y no tiene una propuesta económica clara.
Recordemos que, antes del retiro de Araya Monge, el PLN había “amarrado” con los sectores más conservadores un apoyo estratégico ante los temas más sensibles como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y parece que este apoyo lo va a llevar a la legislatura entrante con un bloque parlamentario que ha sacado las uñas en su propósito por luchar por el directorio legislativo el próximo 01 de mayo; esto casi que anulando la posición de Araya Monge, quien en su “discurso de retiro” prácticamente le entregaba rabo y orejas al PAC políticamente hablando.
Durante estas semanas previas a la segunda ronda, Luis Guillermo ha tenido que enfrentar un panorama con cierta complejidad: el sector empresarial ha estado presionando precisamente por conocer el eventual equipo económico; Solís no ha querido dar el brazo a torcer aunque ha buscado ganarse la confianza de los empresarios; con el aborto, no ha sido contundente como él supone; su amplio pasado liberacionista ha generado cierta desconfianza en algunos sectores sociales que han guardado silencio con tal de que el PLN no llegue al poder por tercera vez; este “apoyo silencioso” podría no ser sostenible ante algunas posiciones sobre eliminación de puestos y plazas dentro del sector público, que si bien tiene un apoyo ciudadano fuerte, significaría chocar con los sindicatos; quizás el enfoque debería ser sobre los llamados puestos de confianza o puestos políticos que han colmado el presupuesto y la paciencia de quienes ven en este sector de gestión pública un nicho de ineficiencia y corrupción.
Por otro lado, a lo interno del PAC se sabía que Solís tenía que lidiar con otra “espinita” llamada Ottón Solís, quien cada vez que abre la boca causa revuelo en cuanto a sus posiciones en el tema fiscal, bueno, en realidad sobre cualquier tema; pero es sobre las finanzas del Estado donde el PAC y Luis Guillermo podrían comprometer el apoyo de la fracción entrante del Frente Amplio, partido que recuerda muy bien el apoyo de Ottón al paquete fiscal presentado por el gobierno de Laura Chinchilla. Asimismo, uno de sus candidatos a la Vicepresidencia, don Helio Fallas, como que ha querido entrar en esa onda de contradicciones con el candidato presidencial en cuanto al ritmo de la discusión del tema fiscal en un eventual gobierno del PAC. Por otra parte, el no reconocimiento hacia su diputado electo Víctor Morales podría ser una factura de 4 años de fuerte oposición, a pesar del tono vehemente de Morales, quien todavía se ve a sí mismo como parte de la fracción legislativa.Da la impresión más bien que el PLN no tiene que entrar en un desgaste político para debilitar la imagen del PAC y su Candidato, sino más bien dejar que sean estas contradicciones las que cumplan su cometido, lo cual pondría entredicho la idea del cambio que se ha pregonado con la llegada del PAC al Gobierno.
No podemos saber, y nunca lo sabremos, si de haberse mantenido Johnny Araya en forma activa habríamos tenido una mayor cohesión a lo interno del PAC, una campaña más agresiva de Luis Guillermo de ideas convenciendo al restante 40% del electorado que distribuyó su voto entre las otras opciones presidenciales o a “votantes nuevos”. Lo que sabemos ahora es la necesidad que tiene Luis Guillermo llegando a la Presidencia de demostrar manejo de estas desavenencias, buena comunicación con la fracción legislativa de su partido, certidumbre con los sectores empresariales, confianza con los sectores sindicales pero consistencia con la eficiencia de los recursos y la sana gestión pública. Si le va bien a esta Gobierno, nos va bien a todos.
