Presidente, ¡pare Ya este Chingue!

Mientras el Banco de Costa Rica lanza una estrategia corporativa llamada Banca Kristal donde invierte 10 millones de dólares en una línea cosmética para mujeres -en momentos de estrechez fiscal- el Presidente de la República sencillamente anda en otras…. ¿Y por qué?

Mientras un banco del estado desperdicia dinero en este tipo de estrategia, y sí, digo “desperdicia” porque al final de cuentas, lo que las mujeres necesitan es flexibilidad en créditos para que impulsen sus proyectos y salgan adelante, no que le pinten castillos rosados, los medios de información han sacado a la luz que el INCOFER no tiene presupuesto para darle mantenimiento apropiado a las unidades que prestan este servicio tan vital para los ciudadanos.

Y si bien la decisión del BCR responde a su propia capacidad administrativa como entidad autónoma, uno habría esperado alguna reacción más consistente del Presidente de la República con la situación financiera del país, y que también respondiera al desbalance entre esa decisión bancaria y la carencia presupuestaria existente en la entidad que se encarga del manejo de la infraestructura ferroviaria y que quizás maneja un servicio más estratégico para el país que la llamada Banca Kristal.

En vez de inquietarse, de reaccionar ante este desbalance, el Presidente más bien inventa un presunto sabotaje, y sale además en defensa de su amigo -Presidente Ejecutivo- de la academia. Y es que uno se pregunta si hay vidas que de verdad podrían estar en peligro no por el supuesto sabotaje anunciado por un imprudente Presidente, sino por la ligereza con que este Gobierno ha enfrentado el tema; y a veces parece insólito la forma en que esta Administración ha tratado asuntos tan sensibles y la pasividad con que reacciona ante los acontecimientos que están golpeando lo que queda de confianza ciudadana.

Parece que al Mandatario no le inquieta o no le importa que a pesar de lo que podría desencadenar el deficiente mantenimiento de la infraestructura ferroviaria, se haya descubierto dentro del propio INCOFER –bajo las narices de su Presidente Ejecutivo- una “huaca” con la que eventualmente se estaba pagando una consultoría a un presunto experto en el tema ferroviario casi a escondidas del control presupuestario y político.

Al Presidente no le molesta la ingenuidad con que las autoridades correspondientes manejaron el cobro del marchamo que al final resultó casi que ilegal; parece que el Mandatario ya no se sonroja por la calidad de gestión con que su ministro de Transportes ha llevado el tema de la infraestructura vial; más bien parece que considera como un logro que sus ministros sean “clientes frecuentes” de los diputados con las constantes comparecencias en comisiones legislativas.

Parece que no le inquieta que la barra autoimpuesta para medir su gestión está casi al ras del suelo por las malas decisiones de algunos de sus colaboradores, a quienes defiende sin importar las implicaciones de sus actos.

Pareciera que el Presidente sigue con sus “caravanas de la alegría”, con sus selfies, con lo que las redes sociales consideran “disfraces” en actos protocolarios, con sus declaraciones a la prensa que generan confusión día tras día, sin que sus ministros de Comunicación y de la Presidencia puedan reaccionar, y más bien se convierten en cómplices de los desaciertos presidenciales.

Por eso Señor Presidente, respetuosamente digo: pare este chingue; póngase serio, que para eso lo eligieron…

Este comentario fue publicado por el medio digital elmundo.cr el 05 de diciembre de 2015. La imagen que ilustra este post fue tomada de ese sitio.